Es habitual escuchar que la hipertensión arterial “es un asesino silencioso”, igual que la diabetes. Y esta frase propia de una novela de suspenso, pretende destacar que estas enfermedades, en gran parte de su evolución no presentan síntomas. En este caso, sentirse bien, no es estar bien. Antes que estas enfermedades se diagnostiquen por algún chequeo médico casual, se produjeron en el organismo, daños oxidativos “silenciosos” que condicionaron su comienzo.

El envejecimiento es la acumulación de daños oxidativos sobre todas las estructuras celulares. Entonces el envejecimiento, cuya base es el estrés oxidativo, es la primera enfermedad “no reconocida” de la que derivan el resto de las enfermedades “reconocidas”, cardiovasculares, diabetes, obesidad, metabólicas, cáncer y neurodegenerativas. El “envejecimiento silencioso” por ello no debería ser considerado algo “natural” sino una enfermedad que nos ocurre desde nuestros 30 años. Este concepto de envejecimiento y enfermedades que está en la vanguardia de los laboratorios de investigación en todo el mundo tiene implícito un mensaje.

Si tratamos el estrés oxidativo, como el desequilibrio químico en el organismo que causa envejecimiento, podremos prevenir o retrasar el comienzo del resto de las enfermedades. El resveratrol de máxima pureza FRAMINTROL es el principio activo más eficaz, capaz de reparar los daños oxidativos del metabolismo que producen envejecimiento y enfermedades.

Harrison Ford 1977 -2017 Daños oxidativos del envejecimiento no reparados.

Prof. Dr. Raúl F. Pastor Jefe de la Unidad Polifenoles, Vino y Salud Hospital de Clínicas – Universidad de Buenos Aires Experto de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, París – Francia. Tel. +54 9 11 4411 4806